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miércoles, 12 de agosto de 2009

Abren un tanatorio para mascotas




Al parecer sólo hay otras dos salas de velatorio de animales en el mundo, una en Estados Unidos y otra en Holanda

Las "mascotas", en su mayoría perros y gatos, ya cuentan con un tanatorio, el primero de España, donde se les puede velar, además de con lugar donde poder ser enterrados dignamente o incinerados, en vez de ser arrojados en ríos o vertederos.

Este tanatorio, que dispone de la primera sala de velatorio para animales domésticos de España, responde a una iniciativa de Cremamur Levante, radicada en la localidad murciana de Lorquí, que hace dos años abrieron una incineradora para mascotas.

El fundador de Cremamur Levante, Ricardo Zambudio, explicó a EFE TV que la idea de construir el tanatorio donde se pudiera velar a las mascotas surgió cuando él y sus socios advirtieron que sus dueños sufrían mucho al despedirse de ellas y decidieron habilitar una sala para que pudieran darles su último adiós en la intimidad antes de ser incinerado.

"Vimos -dijo a TV- la necesidad que había de un lugar como éste ante el dolor de la gente que no tenía un lugar donde velar a su mascota y despedirse de él dignamente".

En la sala velatorio que se ha abierto hay un sofá, dos asientos, pañuelos de papel y una vitrina de cristal donde se deposita la mascota, y las personas pueden incluso acariciarla.

Después el animal se lleva hasta el horno crematorio, y las personas pueden, desde la misma sala, ver el proceso, y si lo desean, llevarse las cenizas de su mascota en una de las urnas que Cremamur Levante tiene disponibles.

El velatorio cuesta unos 40 euros, que se añaden al coste de la incineración, que varía según el peso del animal.

Zambudio afirmó que "el negocio está funcionando" y que en el último mes han utilizado la sala del velatorio en un docena de ocasiones, en su mayoría para despedirse de perros y gatos "que es lo más común", aunque por la incineradora también han pasado pájaros, loros e incluso un cocodrilo y un león procedentes de un Circo.

"La empresa se encarga de todo, desde la recogida en la clínica veterinaria, su traslado y la preparación de la mascota para la urna. Se le arregla, se le peina, y cuando sus dueños ya se han despedido de él, desde la misma sala presencian la incineración a través de la cristalera", agregó.

Según Zambudio, sólo hay otras dos salas de velatorio de animales en el mundo, una en Estados Unidos y otra en Holanda.


Fuente: EFE